Tenía su oportunidad, Golden Gun imaginaba que algo así podía ocurrir, por esa razón ideó un plan a prueba de fallas que le permitiría ingresar en la fundidora, ir a donde se encontraban los archivos y tomar la información que necesitaba antes de que los obreros retornaran a sus puestos. Por supuesto que aun habrían trabajadores que se negarían a retirarse de la fabrica y seguir trabajando, pero estos estarían mas preocupados por lo sucedido con la explosión y con continuar con su labor a antes preocuparse porque alguien como ella anduviese merodeando por las instalaciones. El hecho de que muchos de esos trabajadores la hubiesen estado viendo hablando con Crew, hacía más facil su ingreso debido a que en ningún momento se vio una discusión o algo que llamase la atención de manera negativa en aquellos empleados, solo una platica amistosa, nada mas.
Jurson se veia demasiado alterado, no por la explosión en sí, sino porque creía reconocer a aquella muchacha… solo que las descripciones que él había recibido incluían el termino: “Hombre” en la definición del cazador de mafiosos, Golden Gun.
Ya antes había escuchado la historia de Golden Gun, un intrepido cazador de mafiosos que siempre vestía de manera elegante mientras llevaba consigo una pistola de oro, de cabellos dorados que brillaban como el sol y ojos tan azules como el oceano. Él había vencido a varias familias mafiosas de la ciudad de Nueva York. Enfrentó a las cabezas mafiosas más poderosas dentro de Chicago, pudiendo vencerlas sin mayores contratiempos. Aterrizó un avión comercial despues de que casi toda la tripulación, incluido los pilotos, enfermaran de gravedad (Siempre creyó que esa parte de la historia de Golden solo había sido una tonteria inventada, sin pies ni cabeza y fuertemente inspirada en la pelicula “Aeroplano” de 1980) y que durante un viaje a Sicilia, Golden Gun desbarató las cabezas mafiosas de aquel lugar, poniendo fin a las mafias desde el interior de su propio nucleo.
Sí, Jurson había oído incontables relatos alrededor de Golden Gun, solo que no recordaba que dichos relatos indicasen que él era un mujer.
“Supongo que las cosas no son siempre como las imaginamos” dijo en voz baja Jurson, sacando un arma del interior de su saco, mientras se colocaba en una comoda posición de disparo.
La fundidora por dentro era enorme, con cinco enormes contenedores que tenían lava en su interior junto a enormes gruas de metal que se encargaban de sostener los enormes pedazos de hierro en donde iban a ser fundidos junto a una barandilla metalica en la que los hierros calientes y al rojo vivo eran moldeados para darle una nueva forma. También se encontraban enormes contenedores con el mineral de hierro liquido en su interior, al lado se hallaba un molde que servía para darle forma al mismisimo hierro. En el costado derecho se encontraban unas escaleras que daban a una oficina con vidrios enormes en donde… Un sujeto con un arma estaba apuntandole. Sin perder tiempo, Golden Gun se puso a cubierto detras de una de las barandillas moviles de metal en el mismo momento en que Jurson disparó, dando inicio al duelo.
Desenfundando su pistola de oro, Golden Gun observó con atención a Jurson mientras este continuaba disparando. Los pocos obreros que aun estaban trabajando en la fundición, dejaron lo que estaban haciendo y comenzaron a huir por sus vidas o a esconderse en un lugar seguro, mientras sacaban sus telefonos celulares y marcaban al novecientos once. Ahora este era un duelo entre Golden Gun contra Jurson dentro de la misma fundidora.
Jurson no poseía una mira telescopica o una vista de Halcón. Sus años dorados dentro del Club de Caza de Jersey habían quedado muy atras y ahora lo que poseía era una memoria tactica del uso de una pistola más no el entrenamiento necesario para volverla a usar. De todas maneras no necesitaba de un arduó entrenamiento en el campo de tiro para poder volarle la cabeza a aquella muchachita. Solo apuntar bien y disparar, nada más.
Golden Gun sintió como su sombrero salió volando tras el último disparo realizado por Jurson, viendo molesta como este caia al suelo mientras un agujero de bala se encontraba en el costado derecho, decidió no perder tiempo, tiempo que no tenía porque la policía no tardaría nada en llegar, y le apuntó a Jurson, en el momento en que él se encontraba recargando. Aquel viejo tonto realmente tenía la idea de que ella era presa facil, por esa razón no sintió ninguna pena al dispararle en el hombro, hiriendolo. El vidrió del lugar, que se encontraba agujereado, terminó por quebrarse mientras Jurson caía al suelo, largando un grito de dolor al hacerlo.
Esbozando una sonrisa ganadora, Golden Gun comenzó a retroceder sin darle la espalda y tras tomar su sombrero, comprobando que Jurson no se iba a levantar, dio media vuelta y corrió hacia donde se encontraba su coche. Una vez dentro, arrancó el motor, emprendiendo la huida en el mismo momento en que los coches de la policía arribaban en la entrada de la fundidora.
Jurson se hallaba en el suelo gritando de dolor y pidiendo una ambulancia. Los oficiales entraron a la fundidora, tras encontrarlo tirado de costado, sujetandose su herida mientras largaba fuertes pedidos de ayuda y un fino hilo de sangre corría por el grisaseo suelo, no tardaron en llamar a emergencias por medio de su radio. Tampoco tardaron en encontrar el arma junto a varios archivos que indicaban la posibilidad de que Jurson estuviese haciendo un negocio turbio con alguien llamado Rojo.
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