Odiaba ir en avión, pero debía hacerlo porque no había otro modo de llegar hacía su destino. Sin embargo, siempre que Golden Gun iba en un vuelo, algo sucedía. O toda la tripulación junto con los pilotos se enfermaban o un grupo de insurrectos tomaba control del aeroplano o debía traspasar una tormenta electrica mientras volaba un condenado prototipo de una nave aerea de combate. Solo por eso fue que decidió llevar su permiso de portación en la mano, junto a los documentos que acreditaban que ella podía tener un revolver en el avión, es decir una identificación policial hecha por uno de los amigos de Patrick dentro de la fuerza. A pesar de que llevaban las armas en diversos escondites junto a los papeles respectivos para el transporte seguro y legal de las otras. Lo cierto era que la seguridad de los aeropuertos era una broma. Todos los estrictos procedimientos solo eran aplicados en turistas, inmigrantes legales y demas personas que no fuesen consideradas Norteamericanas, los ciudadanos estadounidenses, en cambio, Podían facilmente pasar armamento pesado sin muchos problemas debido a su nacionalidad. El proceso burocratico solo estaba permitido para los extranjeros.
De todas formas tampoco era necesaria tantas precauciones debido a que su destino se encontraba en el aeropuerto, pero dificilmente tendrían que pasar por la inspección para llegar a él.
El coche negro se detuvo en la entrada del aeropuerto, una barrera blanca con anchas rayas rojas les impedía el paso. Saliendo de la cabina que se encontraba al lado de dicha barrera, un guardia de rostro y cuerpo delgado con una prominente nariz aguileña salió a recibirlos. Enseñandole su permiso de pase, Golden Gun pudo convencer al guardia de que entraran y les abrió la puerta a la pista de aterrizaje.
No lejos de allí se encontraba un hangar privado en donde se encontraba aguardando un avión rojo en la parte superior y blanco en la parte inferior junto a sus alas. En dicho avión había lugar para cuatro personas; lo que significaba que del grupo de cinco miembros de Golden Gun, solo uno debía quedarse en Nueva York. Ese uno siempre era Patrick.
"Es una pena que no puedas acompañarnos" se lamentó Golden Gun mientras colocaba el equipaje en la cabina trasera del avión
"Alguíen tiene que quedarse en el cuartel en caso de que pase algo" Le contestó Patrick mientras veía al grupo conformado por Higgins, Roberts y Jeremy subirse al interior del aeroplano. "Aunque no más sea para ser el elemento sorpresa" En realidad él nunca aportaba mucho a dichos viajes y las cosas siempre se encontraban sospechosamente tranquilas cuando Golden Gun no estaba en Nueva York, siendo pequeños e insignificantes problemas los que Patrick debía resolver mientras que el resto vivía emocionantes aventuras. Esbozando una sonrisa, les dijo: "Disfruten del viaje"
"Oh, lo haremos" Sonrió Golden Gun metiendose en el interior del aeroplano "Ten por seguro que lo haremos"
"Nos vemos Patrick, te prometo que te traeremos un recuerdo" le prometió Higgins sin ningún tipo de malicia o burla en su saludo
Patrick se despidió de ellos y se metió en el auto dispuesto a partir. Por otro lado Golden Gun accionó los controles del aeroplano, encendiendo el motor, iniciando el viaje.
"Torre, aquí el Golden Plane solicitando permiso para despegar, cambio" anunció Golden Gun por medio de la radio mientras iba conduciendo el avión en dirección a la pista, saliendo por la puerta del Hangar.
"Aquí torre, adelante Golden Plane, tiene permiso para despegar" le contestaron desde la torre de control. El aeroplano comenzó a tomar velocidad por la pista hasta que las ruedas se elevaron y el avión comenzó la trayectoria en dirección hacia las Bahamas.
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